El espacio público, a pesar del auge de la televisión e Internet, sigue siendo el lugar donde más público se mueve. Por lo tanto, artistas y publicistas han entrado, por igual, en una carrera muy similar por lograr captar la atención del siempre móvil ciudadano, vaya a pie, en coche, o en cualquier otro medio de transporte. En los libros de arte contemporáneo, se habla de «intervención«, «arte conceptual«. En los libros de marketing, de «publicidad urbana». Vemos un ejemplo de cada uno:
En ambos casos se muestra una Marca, artística, personal, o empresarial. La única diferencia es que el anuncio debe permitir que el nombre de la empresa sea visible. Por el contrario, los artistas «intervencionistas», debido a su carácter transgresor, a veces optan por el anonimato tras un apodo (el caso más conocido es el de Banksy), o un curioso tipo de identidad que sólo conocen los entendidos en arte (la única excepción tal vez sean el matrimonio Christo-Jeanne-Claude y Spencer Tunick). Sea como sea, el momento crucial en este tipo de acciones son los minutos siguientes a los primeros instantes de «sorpresa». Por lo general, el observador carece de tiempo para «aprender», y la Marca, ya sea la de un artista o una empresa, desaparece eclipsada por el efecto impactante de la imagen. En esos casos, se puede dar una curiosa paradoja… la publicidad del espectador.
Filthylucker, el apodo de un blogerro que publica sus fotos en DeviantART, ha logrado bastante reconocimiento con una imagen que sólo tuvo «el mérito» de fotografiar y subirla a la red. El sistema no puede ser más sencillo. En los posteriores «copiaypega» de otros usuarios sólo se menciona la persona que ha subido la foto, o la red social en la que ésta la encuentra otro bloggero (a veces, ni se cita, y la imagen sigue su destino de manera anónima). De esta manera, se acaba por obviar el nombre del artista o del producto anunciado. A modo de ejemplo, muestro la siguiente foto, que -entre otros sitios- se puede ver en visualizeus.com:

¿Arte o anuncio? ¿Qué artista? ¿Qué anuncio?
En otros casos, el nombre del artista y de la empresa logran salvar la amenaza del anonimato, pero… ¿a quién beneficia más? Las siguientes imágenes son, tal vez, el «cuadro» más famoso del artista ruso Alexander Kosolapov, y de la nada inequívoca relación entre arte y «publicidad».

What is really this?